Quiero ser Independiente: Cuánto debo pagar de renta para no morir en el intento

Emigrar de casa de tus padres o dejar de depender de alguien para cubrir tus gastos es algo muy gratificante, sin embargo, entendemos que puede ser difícil. Antes de lanzarte a la aventura y terminar pagando una renta demasiado alta que te obligue a regresar en menos de 3 meses con tus papás; lo recomendable es que destines hasta un 30% de tus ingresos al pago de la renta de una vivienda. El motivo es que 30% es lo máximo que te dan para un crédito hipotecario, ya que si tienes que vivir con menos del 70% de tus ingresos, una emergencia te haría caer en mora o en serios problemas económicos.

La realidad es que muchos jóvenes destinan hasta un 52% de sus ingresos al pago de un alquiler. De acuerdo a una encuesta realizada por Dada Room (sitio web para encontrar “roomies” o rentar habitaciones) en promedio los jóvenes destinan 47% de sus ingresos a pagar una renta, mientras que aquellos que lo comparten con pareja y amigos, destinan entre el 23% y el 36% de sus ingresos.

Gastar la mitad de tu sueldo en renta te puede dejar sin recursos para otras metas como: seguir estudiando, viajar, comprar un auto o ahorrar. Por lo que, a continuación, te damos algunos consejos para pagar una renta sostenible y no morir en el intento.

1. Busca y compara

Normalmente buscamos en internet y lo primero que aparece son sitios web de inmobiliarias, los cuales pueden llegar a cobrar comisiones muy altas, escondidas en el pago mensual de la renta. Lo mejor es ampliar tus fuentes de búsqueda y comparar, ya que muchas veces un mismo departamento, te puede aparecer en varios sitios web a diferente costo.

2. Evita las zonas de moda

Todas las ciudades tienen colonias exclusivas que cuentan con las cafeterías y bares de moda, donde viven todos los extranjeros o creativos y nos vemos tentados a querer vivir ahí. Sin embargo, estas zonas son garantía de subir tu porcentaje de renta año con año o en ocasiones cada 6 meses. Lo ideal es que busques un lugar con opciones de transporte hacia tu trabajo, seguridad, limpieza y alumbrado público. Así como alguna tienda cerca para las emergencias. Muchas veces el movernos unas calles, hacen la diferencia.

3. Muebles y servicios

Si acabas de dejar el nido, lo más seguro es que caigas en la tentación de departamentos o habitaciones amuebladas y con todos los servicios incluidos. Nada como quitarlos esa preocupación de estar al pendiente de pagar la luz, el agua y el gas y que no nos lo corten. Sin embargo, lo mejor es hacer cuentas ya que muchas veces esta “comodidad” sale muy cara. Por ejemplo, si casi no estás en casa ya que trabajas todo el día, lo más seguro es que estos gastos mensuales sean muy bajos y fáciles de pagar. También puedes platicar con tus familiares para ver si pueden donarte algunos muebles y comprar solo los electrodomésticos necesarios para ahorrar.

4. Compartir

Sabemos que quieres ser independiente, pero compartir un departamento o casa incluyendo los gastos de servicios y el costo de equiparla puede ser una gran solución. Si es tu primera vez fuera de casa, evalúa esta opción.

5. Movilidad

¿Encontraste un departamento a unas calles de tu trabajo, pero supera el 30% de tus ingresos, aunque esto implica no gastar en transporte? O ¿Encontraste departamento cerca de un café con internet que te puede ahorrar este gasto? Entonces tómalo, siempre que te ayude a reducir otros gastos, solo no exageres y siempre haz cuentas.

6. Antes de firmar, conoce tus derechos como inquilino. 

Es cierto que al ser joven, algunos caseros pueden ser abusivos e incluir cláusulas ilegales en los contratos. Asesórate especialmente en temas de incrementos anuales, cómo se repartirán el costo de las reparaciones y sobre el aviso previo para dejar el departamento.

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